Etiquetas

jueves, 21 de agosto de 2008

Bosque

Si algo aprendí es a guardar silencio. Miro al pasado y es extraño ver como ya nada es igual; no conmigo al menos. Hay cosas que permanecen para otros; igual de puras, igual de sinceras. Siendo así me da miedo mirar dentro de mi misma, ver que muchas cosas ya no están y que difícilmente volverán. Pensar en lo que fue y que ya no será nunca más. Da miedo admitir que hay que avanzar, que hay que dejar cosas atrás, que hay un momento en que debes darle la mano a todo eso que cambia porque no es posible ir un paso atrás para siempre. Cuando llorar ya es hábito, cuando se sueña más y se vive menos, cuando la mayoría de las cosas comienzan a tomar forma de recuerdo y hacen llorar, cuando te das cuenta que ceder no te hará más feliz y que ser otra para no sufrir tampoco. Cuando sabes que nunca aceptarás lo inaceptable ni te acostumbrarás a lo que otros dicen que no debería doler… no importa, porque tú jamás serás aquellos otros. Es ahí cuando vuelves a recordar que ningún cambio será fácil al comenzar y que decir adiós es más difícil que sólo pensarlo. Pero amas tanto, tanto aquello que extrañas y aquello que tienes que aunque te cause algún dolor sabes, bien en el fondo que no importa lo que pase… comenzar de nuevo siempre será más doloroso y difícil que sobrevivir.


Auto-nota:

* [Para sentirse sólo no es necesario ser solitario]


0 comentarios :